El presidente Gustavo Petro, una vez más, se involucró en una controversia pública al “solidarizarse” con el magistrado César Reyes, quien se ha visto en el centro de la atención por su rol en el caso contra el expresidente Álvaro Uribe. A través de un mensaje en redes sociales, Petro defendió a Reyes, quien fue el ponente en la Corte Suprema de Justicia del proceso judicial que llevó a la solicitud de medida de aseguramiento contra Uribe, y en el que el magistrado ha sido fuertemente criticado por el exmandatario. El mandatario aprovechó la ocasión para lanzar una pulla directa a Uribe, sugiriendo que el exmandatario busca descalificar la labor de los jueces y de las instituciones judiciales del país.
La polémica comenzó cuando Uribe, en un mensaje en sus redes sociales, cuestionó el vínculo del magistrado Reyes con la agencia internacional USAID. Según el expresidente, Reyes había trabajado como contratista de USAID en el pasado, un vínculo que, según él, le restaría imparcialidad al magistrado en el proceso judicial en su contra. Uribe incluso llegó a mencionar figuras internacionales como el expresidente Donald Trump, el magnate Elon Musk y el secretario de Estado Marco Rubio, para reforzar su crítica al juez y vincular su labor con las políticas del gobierno de Juan Manuel Santos y el proceso de paz con las FARC.
La respuesta de Petro a Uribe fue clara. El presidente utilizó su plataforma para mostrar apoyo al magistrado César Reyes, quien, además de ser una figura clave en la Corte Suprema, ha sido blanco de acusaciones en varias ocasiones. Petro no solo defendió la independencia de la justicia, sino que también aprovechó para recordar el episodio de las «chuzadas» del DAS, en el que Uribe y su gobierno fueron protagonistas, lo que añade un tono de confrontación aún más alto a la disputa entre ambos.
El comentario de Uribe sobre el pasado vínculo de Reyes con USAID no fue una simple crítica a su imparcialidad. El exmandatario también sugirió que Reyes podría haber tenido un conflicto de interés en relación con los acuerdos de paz con las FARC, acusando al magistrado de ser parte de un entramado que, según él, legalizó el narcotráfico en Colombia y desestimó el Plan Colombia. Este planteamiento, que resuena con su discurso sobre la «traición» de los acuerdos de paz, busca deslegitimar tanto la labor del magistrado como las políticas implementadas durante el gobierno de Santos.
La mención de Gustavo Rugeles, un comunicador que ha sido crítico con la administración de Petro y su acercamiento al acuerdo de paz con las FARC, refuerza las tensiones en el escenario político. Rugeles, en su intervención, también relacionó a Reyes con la agencia USAID y a la esposa de Iván Cepeda, Pilar Rueda, sugiriendo que el dinero destinado por USAID en Colombia podría haber sido manejado de forma que benefició a ciertos sectores políticos. Esto agrega un nuevo capítulo a la narrativa de la polarización entre el expresidente Uribe y el actual gobierno de Petro.
El enfrentamiento entre Uribe y Petro, dos de las figuras más influyentes y polarizantes en la política colombiana, continúa alimentando el debate sobre la justicia, la paz y la política internacional en Colombia. En medio de este choque, el papel de la Corte Suprema, y particularmente el de César Reyes, se ve cada vez más central en una disputa que no solo involucra a los actores principales, sino que también afecta la percepción pública sobre el sistema judicial del país. Con cada mensaje y cada intervención, tanto Uribe como Petro parecen estar jugando una partida de ajedrez político que promete nuevas confrontaciones en el futuro.
Este episodio pone de manifiesto no solo las divisiones dentro de la política colombiana, sino también las tensiones que se generan cuando la justicia se convierte en el escenario de la disputa entre figuras de gran poder. Mientras el gobierno de Petro continúa enfrentando cuestionamientos y críticas, la relación entre él y el expresidente Uribe sigue siendo uno de los temas más candentes en la actualidad política del país. Sin duda, el conflicto entre ambos continuará marcando la agenda pública y será objeto de análisis durante mucho tiempo.