Una pausa para mejorar. Así ha sido descrita por Metrosalud la suspensión temporal del servicio de urgencias en la Unidad Hospitalaria de San Javier, en la comuna 13 de Medellín. Desde el 3 hasta el 10 de junio, las puertas del área de atención inmediata estarán cerradas para permitir la instalación de nuevos equipos de aire acondicionado. En ese lapso, los pacientes serán redirigidos a la Unidad Hospitalaria de Belén, como parte de un plan de contingencia que busca garantizar la atención sin interrupciones.
La medida, aunque temporal, afecta directamente a más de 50.000 personas que tradicionalmente consultan en San Javier. Sin embargo, Javier Antonio Gutiérrez, subgerente de red de servicios de Metrosalud, fue enfático al señalar que no se trata de un cierre improvisado, sino de una intervención programada y necesaria. “Esta intervención mejorará la prestación del servicio y permitirá que los usuarios reciban atención en mejores condiciones de confort y salubridad”, explicó.
El plan contempla la disposición de ambulancias para el traslado de pacientes que no puedan llegar por sus propios medios hasta la unidad de Belén. El resto de los servicios en San Javier, incluyendo consulta externa, vacunación y atención preventiva, seguirán funcionando con normalidad. La obra se enfoca exclusivamente en el sistema de climatización de urgencias, un componente esencial para un entorno hospitalario digno, especialmente en una ciudad donde el calor y la humedad inciden directamente en la salud y el bienestar.
El proyecto contempla la instalación de sistemas de climatización tipo minisplit y cassette en esta primera fase, mientras que en una segunda etapa se prevé la modernización de zonas críticas como quirófanos, laboratorios, farmacia y áreas administrativas. Se trata de una apuesta por la eficiencia energética, la salubridad y el confort de pacientes y personal médico, que durante años han trabajado en condiciones limitadas.
Esta no es la primera vez que San Javier se somete a adecuaciones. En 2023, su área de Urgencias fue objeto de una amplia renovación: se impermeabilizaron cubiertas, se intervinieron techos, se cambiaron luminarias, se pintaron muros y se reemplazaron unidades sanitarias deterioradas. También se hizo mantenimiento general de pisos, puertas, ventanas y la fachada. Todo esto forma parte de un plan mayor de Metrosalud para intervenir sus 55 sedes —10 unidades hospitalarias, 43 centros de salud y dos sedes administrativas— con el propósito de modernizar la red pública de salud.
Mientras duren las obras, los ciudadanos que solían acudir a San Javier podrán también recurrir, en caso de urgencias, a otras sedes como las unidades de Manrique, Castilla, Doce de Octubre, El Poblado y el Edificio Sacatín, en el centro. El reto será evitar congestiones y garantizar que ningún paciente quede sin atención. En ese sentido, Metrosalud insiste en que ha preparado su red para responder al incremento temporal de la demanda.
En una ciudad donde el acceso a la salud pública es un derecho exigido día a día, el cierre parcial de una unidad hospitalaria puede generar preocupación. Pero también puede ser una oportunidad para dignificar un sistema históricamente rezagado. Las obras en San Javier no son solo tubos y cables: son un compromiso con la salud de los más vulnerables, en una de las comunas que más ha luchado por hacerse escuchar. Y ahora, por fin, su hospital también será tratado con el cuidado que merece.
