En una jornada electoral atípica que se llevó a cabo en el departamento de Putumayo, Jhon Gabriel Molina Acosta fue elegido gobernador tras obtener 42.673 votos, lo que representó el 39,83% del total de los sufragios. Esta elección fue convocada luego de la anulación de los comicios previos en octubre de 2023, debido a casos de doble militancia, lo que generó una nueva oportunidad para que los ciudadanos pudieran elegir a su gobernador. La elección de Molina, quien aspiraba al cargo por tercera vez, estuvo marcada por un alto índice de abstencionismo, que alcanzó un 57,88%, reflejando el desinterés de una parte significativa del electorado. Sin embargo, el proceso electoral se llevó a cabo con normalidad y transparencia, lo que fue destacado por las autoridades.
El resultado final de las elecciones reveló que Molina superó por una considerable diferencia a su más cercano competidor, Jonny Fernando Portilla, quien obtuvo 29.352 votos. En esta contienda, la coalición “Putumayo Vamos En Serio”, que respaldó la candidatura de Molina, fue clave para su victoria, pues agrupó a fuerzas políticas como el Partido Conservador, el MAIS y AICO, lo que le permitió consolidar una base de apoyo sólida en el territorio. Cabe recordar que en los comicios previos, Molina había quedado en segundo lugar, con una diferencia de apenas 9.305 votos frente a Carlos Marroquín, lo que denotaba la estrecha competencia en la región.
La jornada electoral también tuvo como escenario otras elecciones locales, como la de la alcaldía de Puerto Guzmán, donde William Castillo Gutiérrez, del Partido Conservador, obtuvo el 50,6% de los votos, logrando la victoria con 3.263 sufragios. Este dato es significativo, ya que refleja la fuerza política de los partidos tradicionales en la región, especialmente el Conservador, que logró imponerse tanto a nivel departamental como local. La participación en este municipio fue igualmente marcada por un interés moderado, pero sin contratiempos en el proceso electoral.
Un aspecto clave en la organización de los comicios fue la rápida y eficiente entrega de los resultados, lo cual fue reconocido por el registrador nacional, Hernán Penagos. Esta eficiencia fue posible gracias a la planificación y el esfuerzo de las autoridades electorales, quienes trabajaron para asegurar que el proceso se desarrollara de manera fluida. En cuanto a la transparencia, la Registraduría Nacional y las veedurías presentes en los lugares de votación destacaron que no se presentaron incidentes de orden público ni irregularidades graves durante la jornada. Esto permitió que los resultados reflejaran fielmente la voluntad popular.
Es importante señalar que, a pesar de la calma en los puestos de votación, el elevado porcentaje de abstención en Putumayo ha generado preocupaciones sobre el nivel de compromiso y participación ciudadana. La baja afluencia de votantes, que llegó al 57,88%, puede interpretarse como un síntoma de desconfianza o desinterés por parte de la población ante los procesos electorales en la región. Este fenómeno, que se repite en varias zonas del país, podría sugerir la necesidad de una revisión profunda de las estrategias de inclusión y educación cívica, para fomentar una mayor involucración de los ciudadanos en las decisiones que afectan su futuro.
La elección de Jhon Gabriel Molina representa no solo un triunfo personal, sino también un mandato del electorado que espera ver avances en temas de gobernabilidad, transparencia y desarrollo para Putumayo. La región, caracterizada por su diversidad geográfica y social, enfrenta importantes desafíos en términos de infraestructura, educación y seguridad. Molina, quien ya tenía experiencia en el ámbito político departamental, tiene la responsabilidad de cumplir con las expectativas de quienes lo apoyaron, pero también de abordar los problemas que afectan a la región de manera integral.
Además de las victorias a nivel departamental, los comicios atípicos en Putumayo también sirvieron para fortalecer la imagen de los partidos tradicionales en la región, en particular del Partido Conservador, que logró mantenerse competitivo en diversas contiendas. Sin embargo, la participación de fuerzas emergentes como el MAIS y AICO, que respaldaron a Molina, demostró la creciente diversificación política en el departamento. En este sentido, la política en Putumayo se perfila como un espacio donde las coaliciones juegan un papel clave en la configuración de resultados electorales.
En conclusión, las elecciones atípicas en Putumayo se cerraron con la consolidación de Jhon Gabriel Molina como nuevo gobernador, quien asumirá el reto de liderar un departamento que atraviesa diversos problemas. Aunque el resultado electoral refleja el respaldo a su proyecto político, también deja sobre la mesa el desafío de involucrar a un mayor número de ciudadanos en el proceso electoral, y de garantizar que el voto de la población sea un instrumento eficaz para el cambio y el desarrollo en la región. La mirada estará puesta en su gestión, que deberá responder a las altas expectativas generadas por su victoria en estas elecciones.