A medida que avanza la recuperación económica en Colombia, hay un rubro que sigue llamando la atención: el gasto de los hogares en salud. Según los más recientes datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), este gasto se ubicó como el tercero con mayor incremento al cierre de 2024, después de recreación y cultura, y transporte. En un país donde el sistema de salud sigue siendo una de las áreas más golpeadas por la crisis económica y los problemas de cobertura, los colombianos están destinando más dinero a sus necesidades médicas, lo que refleja una preocupante realidad sobre la insuficiencia de la atención pública y los costos crecientes de la medicina privada.
El gasto total de los hogares colombianos creció en un 2 % durante el cuarto trimestre de 2024. De ese incremento, el sector salud representó una parte significativa, sumando 0,3 puntos porcentuales al total del gasto final. Este aumento, del 4,4 % con respecto al mismo periodo de 2023, deja claro que los colombianos están viendo cómo sus necesidades de atención médica se vuelven cada vez más costosas. Por ejemplo, un hogar que antes destinaba $500.000 mensuales para gastos médicos, a finales de 2023, ahora invierte alrededor de $522.000, lo que indica una presión adicional sobre los presupuestos familiares.
El hecho de que el gasto en salud haya sido uno de los tres que más subieron al cierre de 2024 está vinculado a la crisis financiera que atraviesa el sistema sanitario nacional. La insuficiencia de recursos en las instituciones públicas y los elevados costos de los servicios privados hacen que los colombianos se vean obligados a destinar más dinero para obtener atención médica, ya sea por consultas, medicamentos o tratamientos especializados. Además, la preocupación por el acceso a servicios de calidad y la falta de cobertura para muchas enfermedades complicadas está llevando a más personas a gastar más en atención privada.
En comparación con otros rubros, el gasto en salud ha superado el incremento en áreas como alimentos y bebidas, artículos para el hogar o incluso educación. De hecho, solo los gastos en recreación y cultura (5,5 %) y transporte (5,9 %) superaron el crecimiento porcentual del sector salud, lo que pone de manifiesto cuán relevante se ha vuelto este sector en las economías familiares. La salud, un derecho fundamental, se está convirtiendo en una carga económica para muchos hogares colombianos, que deben priorizar este gasto a expensas de otros.
Es importante destacar que este aumento en el gasto en salud no se debe únicamente a una mejora en los servicios o la expansión de la cobertura, sino a la necesidad de las personas de buscar atención médica ante las deficiencias del sistema público. Mientras tanto, los colombianos siguen afrontando el costo de medicamentos y consultas, incluso en un contexto donde la capacidad del Estado para garantizar un servicio adecuado es cada vez más limitada. En este sentido, el aumento en los gastos de salud también refleja la desigualdad en el acceso y la calidad de la atención.
A medida que el país enfrenta una nueva era de incertidumbre económica, será crucial revisar el sistema de salud y proponer soluciones que no solo alivien el peso financiero de los colombianos, sino que también garanticen la cobertura universal y la calidad de la atención médica. Mientras tanto, los hogares seguirán haciendo ajustes en sus presupuestos, con la esperanza de que el gobierno tome medidas urgentes para enfrentar las dificultades del sistema de salud y brinde un alivio real a la ciudadanía.