En una jornada cargada de tensión, el Consejo de Ministros de la noche de ayer se convirtió en un escenario de intensos intercambios. Durante la reunión, transmitida en vivo por televisión y redes sociales, el presidente Gustavo Petro protagonizó un momento inesperado cuando comparó a Armando Benedetti, actual jefe de Despacho Presidencial, con Jaime Bateman Cayón, líder histórico del M-19. Este acto de referencia dejó ver, de manera implícita, las verdaderas intenciones de Petro con Benedetti, quien es cuestionado por varios miembros del gabinete.
El motivo del conflicto comenzó cuando la vicepresidenta Francia Márquez expresó su incomodidad respecto a la reciente designación de Benedetti. En un discurso directo y firme, Márquez reveló que no compartía las actitudes de los nuevos nombramientos, en particular, los de Benedetti y Laura Sarabia, ambos involucrados en escándalos previos. Márquez destacó que las actitudes de Sarabia, en particular, le parecían inapropiadas, llegando a exigir respeto como vicepresidenta.
“Presidente, usted sabe que con el aprecio que le tengo también he sido honesta. Le digo a usted de frente las cosas que no me parecen. No comparto su decisión de traer a estas personas que tienen gran parte de responsabilidad en lo que está sucediendo», dijo Márquez. Esta intervención, que estuvo acompañada por la crítica de la ministra de Medio Ambiente, María Susana Muhamad, generó un ambiente de confrontación dentro del Gabinete.
El presidente Petro, visiblemente incómodo por las críticas, respondió con un comentario que sorprendió a todos los presentes. En lugar de abordar directamente las acusaciones, Petro desvió el tema hacia la figura de Benedetti, comparándolo con Jaime Bateman Cayón, conocido como «El Flaco», líder fundador del M-19. “La única razón de que Benedetti esté al lado mío es porque tiene una especie de virtud que es ser loco… ustedes no lo admiten, pero yo así lo conocí”, afirmó Petro, entre risas nerviosas.
El comentario de Petro fue aún más intrigante cuando hizo un gesto con los dedos, como aludiendo a la relación entre la locura y el dinero. Esta insinuación fue interpretada por muchos como un claro indicio de la influencia económica detrás de la designación de Benedetti. Petro, al mencionar la palabra “locura”, parecía sugerir que la percepción de Benedetti como un personaje impredecible podría tener un trasfondo de intereses financieros.
Este giro en la conversación dejó entrever la compleja relación entre el presidente y sus colaboradores más cercanos. Mientras Petro defendió a Benedetti bajo el argumento de su “locura”, no dejó de señalar que ese mismo comportamiento irracional podría ser la clave para generar revoluciones, aludiendo al papel disruptivo que tuvo Jaime Bateman en la historia del M-19. «La locura de Bateman fue no seguir los cartapacios sectarios del partido comunista de Colombia de esa época», añadió Petro, dejando en el aire una reflexión sobre el poder transformador de las ideas fuera de lo común.
El clima de tensión dentro del gabinete, especialmente entre Petro y sus ministros, ha ido escalando en las últimas semanas, reflejando las profundas diferencias dentro del gobierno. La situación sigue siendo incierta, con varios funcionarios del gabinete expresando su malestar, mientras el presidente defiende a sus aliados más cercanos, generando un debate sobre el futuro político del gobierno de Gustavo Petro.
